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Todos hemos visto las imágenes desgarradoras de playas que alguna vez fueron hermosas y que ahora están cubiertas de desechos plásticos. Este problema significa que las aves, las tortugas y otras formas de vida marina ahora deben compartir sus hábitats con montones interminables de botellas, pajitas y otros plásticos desechados.

Hasta ahora, la mayoría de nuestros esfuerzos para limpiar el océano se han centrado en productos de plástico de un solo uso. Pero los plásticos que vemos son solo la punta del iceberg. Debajo de la superficie del océano acecha una amenaza invisible que empeora día a día y hace que el desarrollo de productos y soluciones eco-responsables sea más importante que nunca.

Nuestros océanos: un sumidero de microplásticos

Los científicos estiman que solo el fondo del océano alberga más de 14 millones de toneladas.1 de los llamados «microplásticos». Estas diminutas piezas de plástico suelen ser demasiado pequeñas para verse a simple vista, pero también pueden medir hasta 5 mm.

Pero, aunque a menudo son increíblemente pequeños, estos microplásticos pueden tener efectos devastadores en los ecosistemas e incluso en la salud humana. En todo el mundo, más del 80 % de las muestras de agua del grifo contienen trazas de microplásticos.2 Un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza estima que los humanos ingieren el equivalente a una tarjeta de crédito de plástico por semana3 por el aire que respiran y el agua que beben.

¿De dónde vienen los microplásticos?

Los microplásticos pueden ingresar al medio ambiente de diferentes maneras. La primera es cuando se libera directamente como pequeñas partículas de plástico, como microesferas. Estas sustancias se conocen como microplásticos primarios. La segunda forma es cuando los plásticos más grandes en los artículos cotidianos se descomponen en pedazos pequeños con el tiempo. Estos tipos se conocen como microplásticos secundarios.

Pero otra forma de microplástico que muchas personas desconocen es el que se filtra de nuestra ropa cuando lavamos textiles sintéticos. Eso incluye tu vellón favorito, chaqueta de nylon y sí, incluso esos cómodos pantalones de yoga de spandex. Desde la fabricación de estos tejidos hasta su lavado, se pueden crear microplásticos en muchas etapas del ciclo de vida de estos productos.

Asociación para detener los microplásticos

Sin embargo, hay esperanza en el horizonte de que pronto podamos comenzar a eliminar los microplásticos de nuestras vías fluviales. Las ONG, los gobiernos y las marcas de todo el mundo han tomado nota del creciente número de estos plásticos invisibles pero dañinos y están tomando medidas importantes para ayudar a mantenerlos fuera de nuestros océanos. Filtros adicionales para lavadoras y bolsas protectoras para la ropa son solo algunas de las soluciones ahora disponibles para ayudar a capturar algunos de los microplásticos liberados durante el lavado.

Trabajando con Samsung para detener la marea

Si bien los filtros adicionales y las bolsas de lavandería son un comienzo, se necesitan soluciones más integrales para reducir la cantidad de microplásticos que se liberan a lo largo del ciclo de vida de un producto. Es por eso que Samsung está trabajando con Patagonia en una solución conjunta.

Juntas, las empresas están trabajando en una forma factible, eficaz y escalable de abordar los microplásticos que resultan de los textiles y la ropa de cama. Samsung se está tomando muy en serio el objetivo de tener océanos más limpios al diseñar una nueva lavadora sofisticada que permite a las personas lavar su ropa favorita de manera segura y minimizar el impacto de los microplásticos. Y esta solución ecológica vendrá sin comprometer la limpieza y el mantenimiento de alto rendimiento por los que son conocidas las lavadoras Samsung.

Es solo el último de una larga lista de pasos que Samsung está tomando para crear dispositivos duraderos que mejoren la sostenibilidad ambiental. Las lavadoras de Samsung ya usan una característica única llamada Ecobubble™, que permite a los consumidores lavar su ropa de manera eficiente, incluso a bajas temperaturas, al generar más burbujas. Esto ayuda a que el detergente penetre rápidamente en las telas y elimine la suciedad, al mismo tiempo que ahorra energía y protege el color y la textura de la ropa.

Además, la función AI Wash utiliza sensores para medir el peso de la carga y el nivel de suciedad para garantizar que se use la cantidad óptima de agua, detergente y energía para limpiar esa carga específica, reduciendo el desperdicio de agua y usando menos energía en el proceso.

Colaboraciones como la de Samsung y Patagonia pueden ayudar a revertir la tendencia de la contaminación del océano. Con su compromiso con la vida sostenible, Samsung seguirá trabajando para diseñar productos que minimicen su impacto en el medio ambiente. Porque la mejor manera de eliminar los plásticos de nuestros océanos es, en primer lugar, evitar que terminen allí.

1 «Contaminación microplástica en sedimentos de aguas profundas de la Gran Bahía Australiana», CSIRO, (2020)

2 «Invisible el plástico que llevamos dentro», Orb Media, (2017)

3 «Sin plástico en la naturaleza: evaluación de la ingestión de plástico de la naturaleza a las personas», Fondo Mundial para la Naturaleza, (2019)

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